Los XII Luexembourg Peace Price – Premios Mundiales de la Paz – reconocen a las mejores entidades y personalidades por la Paz Mundial
TVBoy, Marina Abramocia, Federico Mayor Zaragoza y Mireia Del Pozo, entre los galardonados en la Gala celebrada en Luxembourg
La Schengen Foundation y el Luxembourg Peace Prize – Premio Mundial de la Paz hacen una lectura positiva para España por primera vez en la historia. La organización desea que el hecho de que dos españoles de reconocida excelencia hayan ganado anime a España a visibilizar y conocer el premio de reconocido prestigio internacional situado por debajo de los Nobel. Una semana después de otorgar los Premios Mundiales de la Paz el viernes 14 de junio en el MUDAM en Luxemburgo – Kitchen acogiendo la XII edición de los prestigiosos premios coincidiendo con el aniversario de la firma del Tratado de Schengen, la presidenta Vicki Hansen abraza el mundialismo e internacionalismo, congratulándose de la fuerte irrupción de España mediante Mireia Del Pozo y Federico Mayor Zaragoza.
El evento reúne a los mejores pacificadores de todo el mundo con el objetivo de brindar la oportunidad de «amplificar sus voces y experiencia en la construcción de la paz» y convivir 3 días generando alianzas mundiales.
Ante un auditorio lleno, Erna Hennicot-Scoepges, ex ministra de cultura y senadora del Parlamento Cultural Europeo ha subrayado la importancia de la paz duradera y la necesidad de acción colectiva para conseguirla. Steve Killela, presidente del Institute for Economics and Peace, presenta el informe estadístico sobre el Índice Global de la Paz con datos y comparaciones entre países: económicas, políticas y culturales. Concluyendo con el impacto económico indiscutible de las violencias y pedido inversión frente a 34 nacionalidades.
Países Bajos, el Comité Internacional de Cruz Roja, Australia y Luxemburgo apuestan por resoluciones no violentas en los conflictos bélicos indicando el camino.
Las actuaciones musicales por parte de Ucrania y América dedicadas a los niños afectados por la guerra acompañan a la vocalista Olena Afanasyeva y al violinista David Bubani.
El Premio Mundial de la Paz al Activismo por la Paz lo recibe Federico Mayor Zaragoza, director de la Unesco (1987 – 1999), pionero por la paz desde el diálogo y copresidente del Grupo de Alto nivel de Naciones Unidas. Su misión es «construir un bastión de paz sustituyendo al poder por el diálogo mediante la palabra para acabar con la brecha social». Recoge el premio Felix Bentz, presidente del World Peace Forum 2023 de Barcelona, en su nombre.
El Premio Mundial de la Paz por el Arte lo recibe Salvatore Benintende, artista urbano neo-pop, italiano residente en Cataluña conocido como TVBOY. Con una obra humanitaria llevada a zonas de guerra promoviendo la positividad, la concienciación y la paz.
El Premio Mundial de la Paz por la Igualdad por su apoyo extraordinario más allá de la paz lo recibe Mireia Del Pozo, Presidenta del Centro de Estudios de las Mujeres de Europa CEDE, Miembro del Tribunal Laboral de Cataluña, de la Cátedra Unesco, representante de Cataluña en Naciones Unidas (2023) y de España (2024) en las Jornadas Mundiales de las Mujeres como experta independiente no política desde la sociedad civil, formando parte de multitud de consejos nacionales, internacionales y empresariales. Su misión es «hacer un mundo mejor, junto a las personas, con la igualdad como camino».
Mireia Del Pozo acudió a la ceremonia acompañada de Noelia Rodríguez, tecnóloga y vicepresidenta del Centro de Estudios de las Mujeres de Europa. A la entrega de premios también acudió en representación del Gobierno de España y del Ministerio de Igualdad, el consejero Embajador Beltrán de Águeda Corneloup apoyando a la distinguida galardonada.
Una vez reconocida oficialmente como referente mundial y número 1 del mundo con el Premio Mundial de la Paz en Igualdad, Mireia Del Pozo realizó su discurso en español, abanderando que ha sido recientemente lengua oficial reconocida en Europa, no así el catalán, lengua suya también materna.
Encima del escenario con el auditorio lleno formado por más de 36 nacionalidades, iniciaba su discurso con fuerza: «sólo conozco una manera de hacer las cosas: haciéndolas» e hizo volar literalmente a todo el auditorio, a quien hizo extender las alas como palomas de la paz, compartiendo su visión esperanzadora: siendo aire y siendo luz.
Del Pozo reclamó recursos económicos implorando responsabilidad social administrativa en los gobiernos, responsabilidad social empresarial en las empresas y responsabilidad individual. «Porque la paz no son palabras, es acción, poniendo el foco en las violencias y la brecha salarial. Porque la igualdad es el camino a la paz».