
Vayámonos al día previo a la Final Four. Lugar: auditorio del Civitas Metropolitano. Hora: poquito antes de las siete de la tarde. En ese momento, aunque nadie lo sabía, Pío Femenil iba a recibir el amuleto que más tarde las acompañaría hasta la gloria final.
Una aficionada de Pío y fan de Rivers, Gema, confeccionó, junto a su hermana que es diseñadora, un peluche con la camiseta de las pollas bordada a mano, como el gorrito que llevaba. Ella tenía vergüenza de dársela a Samy, sin embargo, se encontró con un ángel que, curiosamente, sin conocerla de nada le echó una mano. Su nombre era Rosi y otorgó a nuestra protagonista, el cumplimiento de “uno de sus mayores sueños” y el abrazo de su ídola.

“El día del M&G conocimos a Rosi, que fue quien habló por mí e hizo que pudiera subir al escenario a darle el regalo a Samy. Recuerdo que Javi de XBuyer me quiso dar el micrófono, pero me daba tanta vergüenza que se lo di, me abracé con ello y bajé corriendo. Ahora me arrepiento de no haberlo cogido, pero estaba muy nerviosa”, relataba a este medio la protagonista, que también contaba que salió del recinto con una foto con “La Patrona”, que se la ofreció la propia Rivera, y su firma en la bufanda de la Pioneta.
Así pues, Piolín llegó a manos de la presidenta, que desde el primer momento, no se despegó del mismo, hasta el punto de llevárselo de vuelta a México, como mostró en el primer directo tras su regreso después de campeonar.
PÍO Femenil ya tenía un Piolín, la mascota del equipo que les acompañó hasta la Final Four, sin embargo, para dar ese paso hacia la gloria, requería la fuerza de un hermano y ese llegó de la mano de Gema Padilla. Un regalo, un momento, un título.
